CAPACITACION PARA INTEGRANTES DE DEFENSA CIVIL

En el marco de la organización de la Defensa Civil de Bragado, con la intención de contar con esta vital herramienta para dar respuesta antes determinadas situaciones de emergencia y catástrofe, en el Palacio Municipal se ofreció un curso de capacitación ofrecido por el CCDR (Centro de Capacitación para Defensa y Rescate), dirigido por el director Carlos Sanchez. El mismo se orientó a personal de seguridad, emergencias médicas y bomberos voluntarios, de nuestra ciudad y de localidades de la región.
La intención del mismo, consiste en dotarlo de los conocimientos técnicos necesarios para actuar en situaciones de riesgos y catástrofes, con la intención de comenzar un trabajo conjunto en vista a lograr la conformación y la coordinación del trabajo de la Defensa Civil en nuestra ciudad.
La actividad se dividió en dos áreas, el dictado de los contenidos teóricos a cargo de los instructores del CCDR, cuyo equipo se encuentra integrado por suboficiales de las FFAA de reserva, integrantes de las fuerzas de seguridad de nuestro país, profesionales de la salud y rescatistas; para finalmente concluir el día con un ejercicio de entrenamiento de una situación de crisis.

Los cursantes realizaron prácticas de rescate en altura, razón por la cual trabajaron con cuerdas y tirolesas desde los pisos superiores del palacio. Más tarde mientras, se instruían en el salón Ex combatientes de Malvinas, en las escalinatas del Palacio se preparó el escenario para el simulacro. La situación daba inicio con un múltiple accidente de tránsito, donde se encontraban varios heridos producto del escenario. Los cursantes debían detectar el cuadro, analizar la situación y brindar las primeras ayudas.

Sin embargo, el escenario se iba complejizando en la medida que transcurrían las primeras prácticas, exigiendo cada vez más a los rescatistas. Situaciones como propagación de incendios, un nuevo accidente con un vehículo cargado con elementos tóxicos, el descontrol provocado por familiares que se arriman al lugar, las molestias de los curiosos y hasta una persona muy alterada (representado por un instructor) que sacó un arma de fuego, eran algunos de los factores que complejizaban el escenario en medio de las sirenas, explosiones y gritos para darle el mayor realismo posible.